La semana pasada escribíamos sobre la Educación Física como uno de los pilares de nuestra educación y la importancia de que los alumnos comenzaran a ser conscientes de su cuerpo en relación con el mundo que les rodea. En 4 años damos un paso más. Se trabaja para que, de forma progresiva, se adquiera un mayor dominio y control del cuerpo. Se fomenta la autonomía con el vestido y desvestido, así como el cuidado de sus cosas.
Elena Cabezas sigue siendo la profesora encargada de este nivel. En el aspecto gimnástico los alumnos ruedan sobre su eje longitudinal con los brazos arriba y realizan, a diferencia del año anterior, la voltereta por sí mismos. Aprenden a esperar el turno y a ser pacientes.
La organización espacial empieza a adquirir importancia. Se introduce la noción de direccionalidad, los alumnos deben ser conscientes de su posición y orientación respecto a la sala. Se trabaja con diversos materiales como tacos y se colocan delante, detrás, encima y debajo. Como la lateralidad no está definida, se realizan juegos en los que alumno pide a sus compañeros con la mano cambios de dirección.
Por lo que respecta al vestuario, se cambian con orden, doblan su ropa, le dan vuela al jersey y las alumnas aprenden a ponerse y quitarse solas la falda.