«Tenía 15 años cuando Fifí me dio clase. Aun recuerdo la sensación al verla entrar por la puerta y al escucharla, aquella solemnidad en sus clases de Socioeconomía, aquellos discursos impecables y la cadencia de sus exposiciones. Recuerdo como cada parte encajaba con el resto en aquellas explicaciones de cómo funcionaba los mecanismos económicos de la sociedad. El respeto y la dignidad que emanaba su Colegio era un reflejo de sí misma. El uniforme de pantalones grises y jersey azul, y esa forma de dirigirse a nosotros… niños-adolescentes en los que ella veía un potencial infinito. Todo estaba encaminado a un plan para formarnos como personas, como ciudadanos llamados a comprender el mundo, primero, y a mejorarlo después. Solo tras salir de ese entorno protegido y especial, y ver la realidad de este planeta, se comprende realmente su valor y su importancia.
Hoy, 23 años después, cuando viajo por diferentes países, en muchas ocasiones aplico en mis cursos y mis trabajos de consultoría conceptos exactamente como me los enseñó ella. «En los centros transformadores de materias primas, parece que la producción de energía no importa que se situé lejos. Sin embargo, la materia prima debe estar cerca», decía en una de sus clases en 2º BUP. Así es, en las principales minas de cobre del mundo su baja concentración hace antieconómico transportar la materia prima. Décadas después, cuando trabajo en esos lugares, sigue encajando y resonando el discurso de Josefina Unturbe.
El recuerdo que tengo con la perspectiva del tiempo sobre Fifí es su esencia señorial, la emanación de dignidad y de respeto al tratarnos y también al construir y organizar el Colegio como lo hizo. A través de todo ello, puedo ver claramente un inmenso cariño a sus alumnos. Es fácil entrever su deseo de que nos convirtiéramos en personas dignas e igualmente deseosas de hacer mejor la sociedad que heredamos y que un día dejaremos en herencia. Puedo adivinar como aquella semilla, destinada a germinar a muchos años vista, es parte esencial hoy de lo mejor que ha salido de mí como persona y como profesional, formando parte inseparable de mi vida.
Hiciste un gran trabajo, Josefina, enhorabuena. Tú legado continúa en tus hijos y en las miles de personas que ayudaste a formar como verdaderos ciudadanos del mundo.»
Benjamín Cebrián
Esta es una carta que forma parte de una publicación creada por iniciativa de la Asociación de Padres, donde se han reunido más de un centenar de aportaciones en homenaje a Josefina Unturbe o Fifí, la fundadora de nuestro Colegio.