Ofrecemos a continuación el artículo del director del Colegio, Enrique Maestu, publicado por la Agencia EFE el pasado 7 de junio hablando sobre el sistema educativo español en la actualidad.
Algunos colegios españoles superan a Finlandia en las pruebas PISA. Es la conclusión del primer informe que “PISA for Schools” ha hecho a nivel mundial para una asociación de colegios, 15 centros del Círculo de Calidad Educativa (CICAE), cuyos resultados han sido comparados con los de la prueba internacional de la OCDE correspondiente a 2012.
Las pruebas tuvieron lugar durante el pasado mes de febrero en 15 centros educativos de CICAE, con los mismos exámenes competenciales y criterios de valoración utilizados en la evaluación PISA de 2012, y permitieron constatar que el rendimiento promedio en Lectura, Matemáticas y Ciencias de los más de 900 alumnos de estos centros privados situados en Andalucía, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y Madrid fue superior al conjunto de España, a la media europea y de los países miembros de la OCDE.
Las diferencias son tan significativas que podrían suponer el equivalente a dos años de escolaridad de un estudiante, destacan desde esta asociación, cuyo vicepresidente, Enrique Maestu, apela a la autonomía de los centros como “un factor clave, porque el contexto de la educación se está transformando a gran velocidad y no podemos esperar a que el conjunto del sistema educativo decida moverse”.
¿Cómo influye la autonomía de los centros en las pruebas de PISA?
El modelo de evaluación que puso en marcha la OCDE no maneja los mismos criterios que los que dominan en España. El foco de una comparación internacional de resultados no puede estar en los contenidos que el alumno ha aprendido, ya que cambian de un país a otro, sino en las habilidades y competencias, en la capacidad de razonamiento y comprensión. Para el desarrollo de un aprendizaje más centrado en las competencias primero es necesario cambiar muchas cosas: reducir contenidos, convertir las aulas en talleres de aprendizaje, no en salas de conferencias, trabajar proyectos, leer, escribir y hablar más, resolver problemas, más laboratorio y observación… Para adaptarse a este modelo de enseñanza puedes esperar a que se mueva una institución de dimensiones descomunales, con ocho millones de alumnos y 670.000 profesores, o reclamar autonomía para poder avanzar en esa dirección.
¿Tienen mayor margen de actuación los colegios privados en este sentido?
Al no depender económicamente de la administración, al tener que rendir cuentas ante las familias que nos confían a sus hijos, deberíamos tener más autonomía, pero no es así. Cualquier centro sostenido con fondos públicos puede avanzar en un proyecto de renovación si se lo propone. Nosotros estamos sometidos por igual a un control de la idoneidad del profesorado, de cumplimiento de los programas, de horarios de las materias. Para proponernos objetivos adicionales hemos de añadir tiempos y actividades.
-Se suele hablar de la tasa de repetidores como una de las causas de los malos resultados de España en PISA. ¿Cómo es esta proporción en sus centros y qué se hace para evitar este problema?
El promedio del índice de repetición en el grupo de CICAE es del 2% frente al 12% de la OCDE y al 33% de España. Para que nadie se quede atrás, se trata de atender las dificultades de los alumnos cuando se manifiestan, y esto solo es posible mediante una atención muy temprana e individualizada. El papel de los departamentos de orientación desde la educación infantil es crucial para diagnosticar y tratar las dificultades y los problemas. Es importante que algunos profesores dediquen tiempo a una mayor monitorización del alumno, mayor comunicación con las familias, mayor motivación. Y hace falta que seamos más flexibles: es más importante que un alumno encuentre el camino para realizarse como persona que llenar su proceso formativo de obstáculos.
¿Cómo ha podido influir el nivel socioeconómico y el nivel formativo de los padres en los resultados?
Claramente es un factor muy influyente. Según los expertos de la OCDE, el 60% de los posibles factores de mejora están en el alumno, su contexto y sus características individuales. Por ello, “PISA for Schools” determina el Indice Socioeconómico y Cultural (ISEC) de nuestros alumnos, que nos indica cuáles son los resultados esperables y nos compara con colegios a nivel nacional e internacional que tienen el mismo ISEC. Dentro de nuestro grupo de centros ha destacado uno que, con un ISEC significativamente por debajo del resto, ha obtenido unos resultados excelentes, muy por encima de lo que se podía esperar. Eso quiere decir que el trabajo que se hace en el colegio puede corregir esas desigualdades sociales que el alumno trae en origen.
¿Qué papel juega la implicación de las familias?
El papel de las familias en la formación de sus hijos es fundamental. Importantísimo que los padres estén alineados con el proyecto educativo del colegio. Fundamental que confíen en la labor docente y eso se lo transmitan a sus hijos, y también que muestren interés en lo que están aprendiendo y si es posible refuercen con su experiencia esos aprendizajes. En los colegios de CICAE existen “escuelas de padres” , encuentros de familias y muchas reuniones de tutoría para reforzar y acompañar a los progenitores.
-Se ha apuntado al clima escolar como un factor positivo. ¿Cómo se consigue en el día a día?
Hay una equivocación muy común. Para conseguir un buen clima no hacen falta muchas sanciones, miedo al profesor o multiplicar normas. Un colegio que funciona bien no tiene que parecerse a un cuartel. Se trata de generar hábitos positivos desde la infancia, involucrar a los alumnos, conseguir que colaboren y sean activos en su aprendizaje, que sientan que es su colegio y se impliquen. El profesor debe estar próximo a los alumnos y se gana su autoridad porque sienten que aprenden con él y se preocupa por ellos. Cuanto más esperes de tus alumnos, más conseguirás de ellos. Se debe desterrar la rutina, dar protagonismo a los que hacen proyectos, promueven ideas, consiguen éxitos. Sobra la negatividad. La alegría es el motor de una escuela que funciona y da resultados. En un clima positivo de aprendizaje, en un clima de colaboración y respeto, todos rinden más.
La renovación, innovación y formación del profesorado, ¿pasa por una mayor dotación de recursos?
Hay países que obtienen mejores rendimientos que nosotros sin mayores inversiones. Los recursos son siempre bienvenidos: más profesores de apoyo, mejores ratios en las aulas, más material tecnológico. Si es posible, ¿por qué no? Pero lo cierto es que muchos recursos se dilapidan si no hay profesores capaces de administrarlos. La innovación empieza en la actitud de los docentes; si ellos demandan actualización, si quieren formarse, entonces los medios que aportes darán abundantes frutos. Y hay mucho que mejorar en tantos campos: aprendizaje cooperativo, destrezas de pensamiento, sistemas de evaluación, proyectos…
¿En qué consideran que deben mejorar sus colegios?
Entre nosotros vamos a empezar un proceso para compartir las mejores prácticas. Los centros que han destacado dentro del grupo en algún aspecto organizarán sesiones para que los demás puedan recoger ideas. De un modo general, cabe decir que en España debemos dedicar más tiempo a una lectura comprensiva más avanzada, orientar la enseñanza de las matemáticas a la resolución de problemas relacionados con la vida y que la enseñanza de las ciencias precisa de más horas de observación y laboratorio. Y todo ello construyendo un clima positivo de aprendizaje.