Durante la semana los alumnos de 0-1 año realizan numerosas actividades durante la jornada respetando sus descansos y siestas. Todas son importantes y complementarios, hoy os hablamos de la psicomotricidad y el estímulo multisensorial. El aula cuenta con espacio para incorporar diversos elementos de foam que ayudan a que los alumnos trabajen la psicomotricidad gruesa. Cada bebé está en un determinado momento de desarrollo: volteo, gateo, posición erguida, primeros pasos… con todos se trabaja para que vayan desarrollando fuerza y tonicidad muscular.
Los alumnos con menos meses suelen trabajar en la alfombra, allí encuentran muchos estímulos sensoriales que les ayudan a desarrollar la motricidad ocular, el tacto, el oído o la propia psicomotricidad fina.